El skimming no fue el único negocio en la empresa criminal internacional de la banda de la Riviera Maya. Ya en 2012, un miembro del grupo de Florian Tudor también estaba presuntamente involucrado en el tráfico de personas de Rumania a Estados Unidos. Los documentos de acusación rumanos afirman que el miembro de la banda enviaría en avión a los posibles inmigrantes, algunos de ellos romaníes de la región de Craiova, de Europa a México, desde donde cruzarían a Estados Unidos para solicitar asilo. La banda utilizó a al menos algunas de las personas que traficaron como "recaudadores" para retirar dinero en efectivo de los cajeros automáticos utilizando tarjetas falsificadas.