La operación de skimming

El grupo criminal colocó skimmers en cajeros automáticos para copiar y almacenar los datos de la banda magnética de cualquier tarjeta introducida en las máquinas. Esa información era copiada en una tarjeta en blanco para crear un duplicado. Con el tiempo, el esquema de la banda se volvió más sofisticado. Establecieron una compañía de cajeros automáticos en México y después de firmar un acuerdo con el banco Multiva, comenzaron a instalar sus propios cajeros manipulados con dispositivos implantados directamente en la tarjeta madre del cajero. El grupo criminal también utilizó tecnología Bluetooth para transferir a sus celulares los datos robados de los cajeros comprometidos. Un ex integrante de la organización estimó que la banda obtuvo ganancias de 240 millones de dólares al año, lo que significan 1.200 millones en cinco años.