El juez mexicano Shelling Kierkegard Novelo Yeh dictaminó que la muerte a tiros de Constantin Sorinel Marcu, exintegrante de la banda de la Riviera Maya, fue la acción legítima de un guardia de seguridad que trataba de proteger a un cliente. Tomó la decisión en junio de 2018, en un juicio de solo dos horas y media, a pesar de que había inconsistencias en el relato de los hechos. Un examen forense no encontró rastros de pólvora en las manos o brazos del guardia, mientras que se hallaron cartuchos dentro de la casa de Florian Tudor, cerca al lugar donde yacía el cuerpo de Marcu. El juez fue posteriormente suspendido por acusaciones de irregularidades por haber liberado a presuntos secuestradores, según reportaron medios locales. Autoridades judiciales han descubierto que el juez tiene propiedades que valen decenas de miles de dólares, muy por encima de lo que podría costearse con su salario. Yeh no ha respondido a una petición de comentar la información.