Los “recaudadores” viajaban alrededor del mundo para extraer las ganancias de la trama de skimming con los cajeros automáticos mexicanos. Visitaban países tan lejanos como Indonesia y Taiwán, donde usaban tarjetas clonadas para sacar dinero de las cuentas de sus víctimas. Para evitar ser detectados, retiraban pequeñas cantidades a la vez. Alisa Sardaru, de 29 años, y su pareja Sorin Velcu, de 35 años, ambos de Craiova (Rumania), eran dos de los muchos recaudadores de la banda. En marzo de 2019 los arrestaron con dos personas más en Bali (Indonesia) y los mandaron a prisión por posesión de tarjetas clonadas. Les incuataron tarjetas que pertenecían a personas de diez países europeos y norteamericanos.