Fiscal jefe de Moscú, encabezó una campaña contra la red de organizaciones anticorrupción del líder opositor y activista Aleksei Navalny a través de investigaciones y tribunales.
Tras un periodo como fiscal jefe de la República de Daguestán, en 2019 Popov fue nombrado personalmente por Vladímir Putin como fiscal de la capital rusa. Dos años más tarde, Putin le concedió la Orden de Honor por fortalecer el Estado de Derecho en Rusia.
Según un informe de 2019 publicado en el sitio web de Navalny, Popov “inicia personalmente casos contra opositores a instancias de la Guardia Nacional Rusa. La fiscalía de Moscú juega un papel muy importante al catalogar a todos y a todo como ‘agentes extranjeros’”.