Tras desempeñar diversos cargos en el gobierno ruso desde finales de los noventa, entre estos asesor del presidente Vladimir Putin, Shuvalov tomó envergadura cuando lo nombraron primer viceprimer ministro en 2008. Tras una década en el cargo, dejó el gobierno y asumió la presidencia de la corporación estatal de desarrollo, Vnesheconombank o VEB.RF.
El extravagante estilo de vida de él y de su familia, su fortuna privada, sus negocios en paraísos fiscales han sido cubiertos por varios medios de comunicación. Según la Fundación Anticorrupción de Alexei Navalny, Shuvalov “contribuyó a crear el sistema de corrupción estatal que terminó dominando las instituciones del país”.