Omar Suleiman fue jefe de los temidos servicios de inteligencia egipcios durante el régimen del presidente Hosni Mubarak. Más tarde asumió funciones diplomáticas y fue nombrado vicepresidente en el gobierno de Mubarak, poco antes de que el líder dimitiera tras las protestas de 2011 contra la corrupción y la represión política del régimen.
Los miembros de su familia poseían al menos dos cuentas en Credit Suisse, una de las cuales permaneció abierta tras su muerte en 2012.
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