Antiguo jefe de los servicios de inteligencia de Yemen y ejecutor de las órdenes del antiguo líder Ali Abdullah Saleh.
Al-Qamish ha sido acusado de supervisar los secuestros y las torturas en el marco del programa de rendiciones extraordinarias de Estados Unidos. Se calcula que el salario oficial de Qamish no supera los 5000 dólares al mes, pero fuentes afirman que disponía de “un presupuesto abierto de millones de dólares” para gastar a su antojo.
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